Metro Eco Hotel Katmandú, Katmandú

Tuve una experiencia maravillosa en este hotel en Katmandú, donde la hospitalidad de Dil y Puja realmente me hizo sentir como en casa. Las habitaciones son sencillas pero cómodas, perfectas para descansar después de un día explorando la ciudad. La comida es un verdadero punto fuerte, con deliciosos platos preparados por Puja y comidos en la hermosa terraza con vistas. La ubicación es ideal, ya que está en el corazón de Thamel, permitiendo un fácil acceso a tiendas y lugares de interés, aunque puede ser un poco ruidoso a veces debido a la actividad circundante.

Tuve una experiencia maravillosa en este hotel en Katmandú, donde la hospitalidad de Dil y Puja realmente me hizo sentir como en casa. Las habitaciones son sencillas pero cómodas, perfectas para descansar después de un día explorando la ciudad. La comida, preparada con amor por Puja, era deliciosa y se podía disfrutar en la hermosa terraza con vistas. La ubicación es ideal, ya que está en el corazón de Thamel, permitiendo un fácil acceso a tiendas y lugares de interés, aunque puede ser un poco ruidoso a veces debido a la actividad circundante.

Estuve en un hotel increíble en Katmandú, donde la atmósfera me hizo sentir como en casa. Las habitaciones eran sencillas pero cómodas, ideales para descansar tras un día de exploración. La comida preparada por Puja era deliciosa y se podía disfrutar en la terraza con vistas espectaculares. La ubicación es perfecta para explorar la ciudad, aunque el acceso puede ser un poco complicado debido a la cercanía de otras construcciones.

Tuve una experiencia maravillosa en un hotel ubicado en el corazón de Katmandú, cerca de Thamel. La hospitalidad de Dil y Puja fue excepcional, haciéndonos sentir como en casa desde el primer momento. La comida, preparada con amor por Puja, era deliciosa y se podía disfrutar en la terraza con una vista espectacular. Sin embargo, las habitaciones son un poco sencillas y puede haber algo de ruido debido a la ubicación concurrida, pero la calidez del ambiente compensa cualquier inconveniente.

Tuve una experiencia maravillosa en este hotel en Katmandú, donde la hospitalidad de Dil y Puja realmente me hizo sentir como en casa. Las habitaciones son sencillas pero cómodas, perfectas para descansar después de un día explorando la ciudad. La comida, especialmente el desayuno, era deliciosa y se servía en una hermosa terraza con vistas. La ubicación es ideal, ya que está en el corazón de Thamel, facilitando el acceso a tiendas y templos cercanos, aunque puede ser algo ruidoso debido a la actividad circundante.